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sábado, 23 de julio de 2011

Por una banca ética

La crisis que estamos sufriendo se puede analizar desde muchos puntos de vista. Indudablemente una de las causas subyacentes es el coste real creciente de la energía, de lo cual hablaremos en la próxima entrada. Pero los auténticos catalizadores o aceleradores para que hayamos llegado a esta situación son los bancos y otras entidades de crédito.

Lejos queda esa imagen de los bancos y cajas como instituciones serias, que sólo daban créditos a personas solventes, que te pueden aconsejar de lo que más te puede convenir. En definitiva, alguien en quien confiar, con un trato personalizado. Hoy en día la realidad es bien distinta: sólo importa aumentar los beneficios año tras año (incluso ahora en época de crisis siguen teniendo beneficios muchos de ellos), aumentar el número de créditos concendidos, pólizas de seguro firmadas y un largo etc. Y es que es vox populi la presión que se ejerce desde la dirección hacia los empleados de las sucursales bancarias para conseguir unos objetivos draconianos, llegándose a jugar incluso el puesto de trabajo si no se consiguen.

Además, para conseguir sus objetivos de alta rentabilidad, sobre todo en los fondos de inversión y planes de pensiones, no dudan en invertir en aquello que más rendimiento produzca: drogas, armas, especulación de materias primas y alimentos ("commodities" en general) ... Y es que nos tenemos que preguntar qué hace nuestro banco con el dinero de nuestra nómina, plan de pensión o fondo de inversión. Es muy probable que, con nuestra aquiescencia fruto de nuestra ignoracia, estemos favoreciendo guerras, terrorismo, explotación o hambrunas en otras partes del globo. Existe una ONG "Justicia i Pau" con el conocido activista Arcadi Oliveres a la cabeza, que continuamente viene denunciando estas prácticas.

¿Cómo se ha llegado a esta situación? Poco a poco se han ido cambiando o adaptando leyes que favorecían una economía especulativa, de forma que nos hemos encontrado con la situación actual. Esto lo ha provocado un clientelismo entre partidos políticos y poderes económicos. Hemos presenciado de una forma más o menos pasiva como a nivel mundial los gobiernos han entregado un dinero a los bancos que podría solucionar el hambre en el mundo, ¡¡ 50 veces !! Mientras, la sociedad civil, los ciudadanos, hemos dejado hacer con una actitud pasiva, algo normal mientras las cosas nos iban relativamente bien. Sin embargo, esta actitud pasiva ha durado muchos años y en gran medida la sociedad esta algo desactivada.

¿Qué puedo hacer como ciudadano? Está claro que la mayoría de nosotros tenemos un compromiso casi de por vida con nuestras deudas hipotecarias. Lo mejor que podemos hacer, en la medida de lo posible, es participar en una economía paralela a los bancos. Aquí hago diferentes propuestas (no siempre realizables para muchos de nosotros):
  • Prestarnos dinero entre nosotros, con seriedad y compromiso, desde luego. Así evitamos la necesidad de pedir créditos o usar tarjetas de crédito.
  • Jugar en nuestro entorno cercano con el intercambio de favores, evitar el uso del dinero.
  • Hacer planteamientos de vida poco consumistas, reflexionar sobre lo que realmente necesito y cómo deseo vivir. Esto evitará la necesidad de pedir créditos, podré liquidar antes los existentes y reducirá, por tanto, nuestra dependencia de los bancos.
  • Si fuera posible no domiciliar nóminas y cobrarlas como antes (no todas las empresas lo permiten) . Lo que pasa es que esto implicaría hacer nuestros pagos de una forma directa, con la gran incomodidad que implica. En el caso de que los pagos fueran muy pocos, nos lo podríamos llegar a plantear.
  • Usar bancos con compromiso ético (e. g. Triodos Bank).
Está claro que las dos primeras medidas que proponemos implican una capacidad para el compromiso que no todo el mundo es capaz de asumir, sin un contrato mediante. Quizá hoy en día para mucha gente estos planteamientos de podrían considerar casi utópicos, pero existen lazos (familia, amigos) que pueden asegurar en gran medida este tipo de transacciones.

Pero no nos tenemos que quedar esta crítica sólo en el ámbito de los bancos, como si fueran entidades fuera de nuestra sociedad. No hay que olvidar que éstos también están formados por personas. Y estas personas han aplicado una serie de valores como el beneficio por el beneficio, a toda costa, el poder por el poder. Quizá no sea más que otra plasmación de una crisis de valores de nuestra sociedad. Es algo realmente para meditar profundamente.

Más información en:

http://www.tv3.cat/pprogrames/iptv/xhtml/iptv.jsp?seccio=video&idint=3443930
http://www.justiciaipau.org/
http://www.triodos.es/es/particulares/

Un saludo

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